2026 llega como una invitación a mirar los espacios con otros ojos: a redescubrirlos, a conectarte con lo que te rodea y a transformar tu casa en un lugar con carácter propio.
Vuelve lo esencial: materiales sinceros, texturas reales y piezas que acompañan desde el inicio.ños que más nos tienen obsesionados.
Es un año para elegir con intención, habitar sin prisa y rodearte de objetos que significan algo para ti.
En Objekt, las predicciones apuntan hacia lo sensorial. La madera aporta una calidez cercana; el mimbre y el paper rope introducen un gesto artesanal con identidad ecuatoriana; el cemento, con su textura porosa, equilibra lo suave y lo robusto; las superficies de porcelanato ofrecen una lectura contemporánea de lo mineral; y el vidrio trabaja de forma sutil con la luz, permitiendo que el espacio se abra y respire. Estos materiales crean ambientes auténticos donde cada superficie, sea cálida o fría, lisa o texturada, suma una experiencia distinta al día a día.
El color también toma un rol más emocional. Los tonos de acento funcionan como puntos focales que rompen la neutralidad sin alterar la calma. La paleta se inspira en lo natural: verdes minerales, terracotas, arcillas y azules profundos con una fuerza contenida. Son colores que no buscan protagonismo ruidoso; su presencia es serena, pero transforma el espacio y lo vuelve más personal.
Las formas se vuelven más orgánicas. Aparecen curvas suaves, bordes redondeados y volúmenes amables que invitan a habitar el espacio de manera fluida. Sillones que envuelven, mesas con esquinas continuas y piezas que coquetean con lo escultórico, integrándose de forma natural con los materiales y los acentos cromáticos.
En 2026, el diseño conversa con las emociones. En Objekt, cada pieza está pensada para transformar la forma en que vivimos nuestros espacios. Porque un hogar no solo se observa: se siente y permanece en la memoria.